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He sido voluntario de la Cruz Roja durante más de cuatro años en la sucursal de Villa Crespo ubicada en Avenida Córdoba 6434 y todo lo que tengo para decir sobre la comunidad de la que me siento orgulloso de ser parte no son más que maravillas. Quizás el aporte de mi intervención sea sencillo y no tan dedicado como el de otros voluntarios que ponen pecho y alma en las actividades que se realizan prácticamente todos los días, el solo hecho de acompañarlos implica suficiente retribución como para que uno se sienta motivado a seguir adelante y en En casos como el mío aportar lo que podamos para poner un granito de arena.
¿Qué puedo decir sobre la camaradería que he observado durante años? Bueno, genial es un eufemismo irónico. Todas las personas con quienes interactúo en el trabajo ya sea en el campo o dentro de la institución son excelentes personas que ponen su voluntad para que cada día brindemos un mejor servicio a la comunidad. Personas que realmente representan los pilares que nos identifican y al mismo tiempo nos ejemplifican. Cada miembro muestra su unidad, imparcialidad, neutralidad, universalidad, voluntariado, humanidad e independencia.
Soy suplente en caso de coberturas importantes, sinceramente me siento a veces inseguro para asumir responsabilidades tan altas como cubrir conciertos que exigen una alta y constante atención a las personas que necesitan de nuestra ayuda. Aun así las veces que voy me siento acompañada y a la vez feliz de volver esa compañía. Porque sabemos trabajar en equipo y entendernos tanto en los éxitos como en los fracasos. Nos apoyamos mutuamente en los buenos momentos pero sobre todo en los malos. Nos ponemos la mano en el hombro y nos damos la confianza para apoyarnos mutuamente. Es como si una mano lavara la otra o un pie sirviera de muleta a otro cuando lo necesita.
No conocemos el “fracaso”, conocemos el “aprendizaje”. No pisamos a los caídos, los invitamos a levantarse y si es necesario los tomamos de los brazos para que puedan volver a subir si es necesario. No conocemos la negación sino la aceptación, la aceptación de que somos humanos y que debemos aprender y convertirnos en mejores voluntarios con el paso de los días, semanas, meses y años.
Quizás aún me queda mucho por aprender, pero este camino es grato y necesario, de todos modos sirve para aprender de los compañeros que conformamos este equipo y el que nos tiemblen las manos para hacerlo posible y más fácil para quienes lo necesitan es lo que Creo que hace que este afiliado sea único.
“Trabajan gratis” escucho decir muy a menudo a un par de voces externas. Pero uso el término “Nos divertimos sin coste” porque en mi opinión no hay nada mejor a nivel social y a nivel humano que pertenecer a algo y hacer que esa pertenencia valga la pena, que te recompense con buenos momentos, aprendizajes y amistades. . Puedo decir que dentro de esa locura (en el buen sentido) he construido amistades genuinas y vínculos fuertes, que solo me dieron cosas, cosas que te hacen darte cuenta de que realmente fue un éxito encontrar el lugar que formamos como equipo y Hacemos que valga la pena con cada trabajo y evento al que asistimos.
Porque al fin y al cabo unos trabajan en socorro y ayudan a las víctimas, unos están en promoción de la salud y dan consentimiento, otros están en formación y aportan conocimientos, también los de comunicación hacen su parte para darnos a conocer, también los de logística que realizar sus montajes y controles. En la zona que estés estamos todos y si quieres sumarte a esta locura ten por seguro que te esperamos con los brazos en alto.
Lusaka – En el panorama de la resiliencia comunitaria, la confianza es la piedra angular sobre la que se construyen asociaciones eficaces. Ahora, más que nunca, es esencial fomentar relaciones sólidas entre comunidades y organizaciones como la Cruz Roja de Zambia. Reconociendo este imperativo, organizaremos un taller en Lusaka en noviembre de 2023 que promete iniciar un diálogo significativo y cocrear estrategias viables para fortalecer la confianza y la colaboración.
En el centro de nuestra iniciativa se encuentra el análisis de datos del Índice de Confianza Comunitaria, una exploración integral de la dinámica de la confianza en dos regiones distintas. Estos datos nos sirven como brújula y nos guían a través del terreno matizado de las percepciones, expectativas y preocupaciones de la comunidad. Al comprender estos conocimientos, allanamos el camino para intervenciones específicas que resuenan con las realidades vividas por aquellos a quienes servimos.
El imperativo del diseño centrado en el ser humano
Un elemento central de nuestro enfoque es el diseño centrado en las personas (HCD), una metodología que coloca las necesidades y experiencias de las personas al frente de la resolución de problemas. En nuestro taller, los participantes se embarcarán en un viaje de empatía e ideación, aprovechando el poder de la creatividad colectiva para imaginar un futuro donde florezca la confianza entre las comunidades y la Cruz Roja.
Lo que distingue a este taller es la diversidad de voces que trae a la mesa. Los miembros de la filial, los representantes de la Cruz Roja y otras partes interesadas convergen en un espacio de respeto mutuo y colaboración. Aquí se valora cada perspectiva y se escucha cada historia. Juntos, cocreamos soluciones que trascienden los límites convencionales, arraigadas en el objetivo compartido de construir relaciones resilientes y basadas en la confianza.
De los conocimientos a la acción: elaboración de soluciones sostenibles
Nuestro objetivo final no es simplemente analizar datos sino catalizar un cambio tangible. A través de sesiones interactivas y ejercicios prácticos, los participantes traducirán sus conocimientos en planes de acción y recomendaciones adaptadas al contexto único de cada región. Estas iniciativas no son gestos fugaces sino compromisos duraderos para fomentar la confianza, la transparencia y el respeto mutuo.
El Índice de Confianza Comunitaria, desarrollado por la Unidad de Participación comunitaria y rendición de cuentas a la comunidad (CEA) de la Federación Internacional, es una herramienta basada en evidencia para medir y mejorar la confianza entre las organizaciones humanitarias y las comunidades a las que sirven. El Índice de Confianza Comunitaria se mide a través de Competencias y Valores.